¿Cómo podemos planificar y co- gestionar nuestras ciudades como bienes comunes? Arte cívica, antropología aplicada y planificación colaborativa
Palabras clave:
bienes comunes, situaciones extremas, democracia emergente, planificación colaborativa, arte cívicaResumen
Nuestros territorios cotidianos se construyen a partir de planificaciones tradicionales que usan métodos sofisticados de decisióntop-down, están influenciadas por fuertes intereses económicos e imponen en forma tecnocrática y política cambios importantes en el espacio y ecosistemas de vida de las personas. En este artículo, presentaremos una tendencia alternativa en la construcción de los territorios que ha ido creciendo en los últimos cuarenta años, y que se ha nutrido de varias disciplinas así como de coyunturas sociales e históricas en mutación permanente. Desde los años 1970 y 1980, varios movimientos sociales y académicos inician a cuestionar las lógicas racionales y autoritarias de la planificación y a experimentar métodos y técnicas que involucren a las personas para acercar los procesos a la esfera de la vida cotidiana. Al interno de esta lógica emergente, el Proyecto Urbano o Territorial, fue considerado una oportunidad, una herramienta, para reconocer los recursos del propio territorio y reposicionar las capacidades y el rol de las comunidades locales en la salvaguarda y gestión de ellos (ALEXANDER, 1977). En los años 1990, las disciplinas humanísticas que inician a colaborar con el urbanismo, en particular la antropología, señalan que esta visión no está completa por la poca atención a los aspectos culturales e identitarios locales, agregando esta dimensión fundamental a la planificación (ALTHABE; SELIM, 2000). Al inicio de los años 2000, la revolución de los lenguajes multimediales y la consolidación del Arte Cívica terminan de conformar un escenario transdisciplinario que llamamos planificación colaborativa, que se traduce en centenares de experiencias de democracia emergente en el mundo entre artistas, universidades, gobiernos locales y comunidades, que refuerzan la práctica del Do it Yourself, contra la delega total y a favor de la salvaguarda y gestión colectiva de los bienes comunes (OSTROM, 2005).